Llegando a Casa…

Al cruzar las puertas de casa al final del día siento tu ausencia, esa sensación mohosa y vacía me da la bienvenida y me abraza decadentemente, anudando mi alma en sensaciones poco gratas, me hace extrañarte mas, ansiarte mas, sufrirte mas, y se burla perversamente demostrándome con el vacio y el silencio que no estas. Ya nada me entretiene los pensamientos para evitar pensar en ti, ya nada me entretiene para añorar tu voz, esa voz que me trae promesas de algo que no puedo tener que ni siquiera puedo pretender aun cuando arribe mi desesperación. Ya no hay rostros conocidos que llenen mi campo visual temporalmente, estas siempre pegado a la pared interna de mis ojos y al cerrarlos te veo a ti.

Ah mi vida cuanto diera porque estuvieras aquí y encontrarte con mi llegada!.Que fácil es incluso imaginarte allí con una sonrisa, incluso con el cansancio marcando el iris de tus ojos que a la final me da una pizca familiar de alegría porque es igual a los míos. Quiero vivir todo eso contigo ahora, es mucho pedir al destino o a quien este encargado de encontrarnos ese "nosotros real y verdadero"?, es acaso una quimera?. No para mi, pero de nada vale quejarme al silencio, a la soledad y a las paredes, escuchan pero no hay respuestas; solo me queda inyectarme una nueva dosis de paciencia y pedir a la tienda de sensaciones humanas un poco mas para que me ayude a soportar el no tenerte conmigo y para mi; para soportar el llegar a casa y encontrar el silencio diendome hola y la quietud dándome un beso.